Carlos Martinez

¡Atención, que llega Germaniko, el único defensa que podría ganarle a Chuck Norris en un cara a cara… ¡sin despeinarse! Este titán del fútbol maño tiene un historial de equipos tan impecable que, al firmar con nosotros, los contratos se firman solos por miedo a su leyenda.

En el campo, no corta balones, los exilia. Los delanteros no intentan regatearlo, simplemente le mandan un WhatsApp para preguntar si pueden pasar, y la respuesta es siempre un «ni de coña». Su presencia en la defensa es tan sólida que el árbitro a veces le pide permiso antes de pitar.

Como buen maño, tiene la terquedad en las venas: si dice que el balón no pasa, es porque no pasa. Y si alguien osa intentarlo, lo despide con un suave pero firme “¡ale, majo, pa’ tu casa!”. Con él en el equipo, podemos dormir tranquilos: la defensa está en manos del mismísimo amo del universo zaragozano.