Aita es conocida por su defensa implacable. Los delanteros temen acercarse a su territorio porque saben que, con ella, no hay piedad. Su estilo es tan sucio que los árbitros llevan una tarjeta amarilla extra solo para ella.
Imaginen una jugadora que habla tan bajito que necesitas un micrófono para escucharla, pero cuyos tackles se escuchan en toda la cancha