Nuestro delantero estrella (o eso dice él), es un auténtico crack, pero no solo en el campo, ¡también en la barra del Bar El Barranco! Natural de Jaén, lleva el aceite de oliva en las venas y el arte en los pies. Dice que su dieta de flamenquines XXL es el secreto de su potencia en el área (y de su poca resistencia en los últimos 10 minutos del partido). En el campo, es un torbellino; en el bar, un fenómeno, siempre rodeado de risas y migas de pan. Si no está marcando goles, seguro está pidiendo «otra ronda y otro flamenquín». ¡Un grande, dentro y fuera del terreno de juego!
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